Sentada
en un
cuadrante
remoto de la casa,
se sostiene la silla
como última invitada.
Hoy cuelgan sus harapos
los domingos
y gozan
las polillas cavernas
Una araña
ha tejido su aurora
de una punta a la otra,
y la ruina deambula
con su capa preñada.
De pie frente a los zócalos,
atiende comensales
que esgrimen voz de nadie.
Sobre la carne viva
de la memoria,
estampa algunos nombres
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